¿Sabías que existen líquidos que tienen propiedades magnéticas? Esto no es una novedad, ya que se sabe que los líquidos pueden tener este tipo de propiedades hace muchos años, mediante la intervención de estos con partículas de hierro.

Investigando los ferro fluidos se llegó a la conclusión de que existen imanes líquidos y desde ese entonces, hace más de medio siglo, la ciencia siguió avanzando en torno a esta forma de magnetismo.

Vamos a conocer lo que es un imán líquido

Existen líquidos magnéticos, pero no son completamente naturales, sino que a un líquido que se caracteriza por ser portador se le agregan partículas encargadas de generar ese magnetismo.

De la naturaleza se puede extraer un óxido de hierro al cual se denomina Magnetita, y que posee las características magnéticas esenciales para mezclar con un líquido portador y generar de esta manera un imán líquido.

Las culturas milenarias conocían el secreto de la carga magnética de este material hace miles de años, y lo utilizaban para su beneficio, y se sabe que los chinos los han usado en distintos desarrollos desde hace más de 2.000 años.

En la antigua Grecia también se tenía conocimiento de este material y se utilizaba, así como también lo han adoptado los árabes, como forma de señalar distintos lugares.

Con el paso del tiempo la utilización de los imanes ha sido fundamental para desarrollar distintas tecnologías para todo tipo de industrias.

Los imanes han sido imprescindibles para comenzar a realizar diagnósticos médicos por imágenes, así como también como método para almacenar datos en discos duros, pero este siempre se utilizó de forma sólida, hasta que la ciencia comenzó a pensar en crear dispositivos magnéticos en base a sustancias líquidas.

Fue recientemente en la NASA y por el año 1960, cuando un grupo de científicos descubrió que si se presentaba un campo magnético con la suficiente fuerza algunos líquidos podían llegar a la magnetización, mientras realizaban un experimento con ferrofluidos.

Pero también llegaron a la conclusión que al salir del campo magnético externo, estos perdían su poder magnético.

La creación de un líquido magnético en las mejores condiciones llegó mediante una investigación realizada en el año 2019.

Científicos de la Universidad de Massachusetts, en colaboración con otras instituciones presentaron un material que tiene exactamente las mismas características que se le atribuyen a un imán sólido, pero en estado líquido, pudiéndose utilizar este para distintos tipos de aplicaciones.

¿Cómo se llegó al imán líquido?

La investigación científica realizada por profesionales consistió en agregar partículas a escala milimétrica de óxido de hierro en microgotas de tolueno creadas a través de la impresión 3D.

gotas-magnéticas

Mediante la utilización de una bobina magnética estas gotas fueron colocadas en un aceite.

A diferencia de la investigación realizada hace más de medio siglo, cuando el imán externo fue retirado de las gotas que se habían generado, estas continuaban moviéndose al unísono gracias a la influencia magnética que generaban unas con otras.

Esto genera en ese líquido propiedades magnéticas que se mantienen en el tiempo, algo que no se había visto hasta el momento en otro tipo de materias que no sean sólidas. El avance de este último experimento con respecto a los anteriores fue colocar las partículas ferromagnéticas milimétricamente ubicadas muy juntas.

Los millones y millones de micro partículas generaron un tipo de envoltura que desencadenó la división de los líquidos. El líquido de tipo jabonoso hizo que las partículas queden inmóviles en la superficie.

Se puede tener un total control de los imanes líquidos

Probar las características magnéticas de un líquido abre las puertas a un sinfín de utilidades en el mundo de la ciencia y la tecnología.

Las gotitas ferroimantadas creadas por Tom Russell y su equipo de investigadores pueden ser manipulables mediante la aplicación de alguna fuera magnética, pudiendo tener el total control de estas.

Esta característica a abierto muchas otras investigaciones de cuáles pueden ser las mejores aplicaciones de este tipo de imantación.

La industria de la salud y los laboratorios farmacéuticos han llegado a la conclusión de que los imanes líquidos podrían ser de gran utilidad para que los fármacos puedan ser guiados a lugares puntuales del cuerpo humano, donde tienen que generar su reacción.

El mundo de la tecnología ha pensado en la utilización de este tipo de material en la fabricación de robots que puedan tener funcionalidades que hasta el momento no eran posibles, como que puedan cambiar de forma en sus movimientos, o logar una mejor sujeción de objetos.

Tanto Russell como su equipo de especialistas, confían en que en los próximos años distintos grupos de científicos piensen y le den vida a nuevos proyectos que tengan que ver con usos que se le pueden aplicar a estos imanes líquidos.

Usos de los líquidos magnéticos en la industria

Los imanes líquidos tienen distintos usos y cada día la ciencia conoce nuevas aplicaciones de este tipo de materia, pero entre las utilizaciones más conocidas dentro de la industria se suelen utilizar para almacenamiento, separación, amortiguación, sello, tecnología de sensores, o tecnología médica, entre otros.

Al poder adaptarse a cualquier forma debido a la aplicación de un campo magnético externo, estos líquidos son utilizados tanto en la industria como para sello, siendo la fabricación de naves espaciales uno de los usos más conocidos.

Al tratarse de un material tan complejo que puede ser manipulado, existe una gran variedad de sectores que los utilizan, sirviendo para múltiples tareas.