Uno de los alimentos más completos y nutritivos para añadir a la dieta es la soja texturizada. Es una legumbre que tiene numerosas propiedades que benefician la salud de las personas.

Para añadir a la dieta de forma sencilla y disfrutarla al máximo, es necesario aprender a cocinar la soja texturizada para obtener una comida deliciosa y nutritiva.

Cocinar la soja texturizada como un profesional

A la hora de cocinar la soja texturizada en casa, es necesario hidratarla en primer lugar. Existen muchas recetas donde se utiliza la soja texturizada en la que es necesario cumplir con este paso.

La forma de hidratarla es sencilla, basta con dejarla reposar en agua caliente, o bien, en un caldo o salsa, hasta que adquiera una contextura más blanda. De igual manera, hay recetas en las que se puede hidratar al mismo tiempo que se cocina con el resto de los ingredientes.

Es importante calcular muy bien la cantidad de soja texturizada que se utilizará en la receta, dado que aumentará su tamaño después de hidratarla. Además, es necesario colocarla en un recipiente grande con la suficiente agua.

En caso de excederse en la medida, es posible meter el resto de la soja texturizada en un recipiente hermético y usarla en otra ocasión, ya que es un alimento que puede durar mucho tiempo si se mantiene en un entorno fresco y sin luz.

Para que la soja texturizada adquiera un sabor más delicioso, se puede usar el caldo de verduras en lugar del agua, o incluso añadir salsa de soja al agua para potenciar el sabor de la soja.

Otra excelente opción es utilizar especias, como champiñones, calabacín, pimienta, curry, pimiento rojo o puerro, por ejemplo. El agua para hidratar la soja texturizada tiene que estar caliente, de lo contrario tardará más tiempo en ablandarse.

Si se ha comprado soja texturizada gruesa, lo mejor es hervirla en lugar de remojarla, de esta manera se consigue una textura más carnosa para la preparación con el resto de los ingredientes.

Después de hidratar la soja, es necesario eliminar el exceso de agua. No hay que estrujarla para que no pierda la humedad necesaria para que quede carnosa.

La humedad en la soja texturizada dependerá del tipo de receta a preparar. Existen unas que indican estrujar la soja para eliminar toda la humedad, y otras requerirán de cierto nivel para que no quede dura.

Para retirar el exceso de humedad, se tiene que dejar escurrir en un colador. Presionar con suavidad permitirá que salga más líquido, pero es fundamental no pasarse para que no quede muy seca.

Después se puede saltear con aceite de oliva virgen extra, especias, y salsas, según la preferencia de las personas.

¿Cuándo usar cada tipo de soja texturizada?

Existen varios tipos de soja texturizada en el mercado, de diferentes formas y composiciones. Sin embargo, en la cocina del hogar se utilizan las más comunes, como la fina y la gruesa.

La soja texturizada fina se encuentra en varias presentaciones, de mayor a menor grado de finura, con productos que parecen casi polvo y otras con más forma. La segunda es la mejor opción para cocinar en casa.

La soja fina es ideal para principiantes en la cocina vegetariana y vegana. Es una excelente alternativa a la carne picada al momento de preparar recetas como pizzas, lasañas, boloñesas, o hamburguesas.

Mientras que la soja texturizada gruesa se encuentra en trozos medianos y redondeados, perfectos para preparar brochetas, guisos o potajes. El tamaño es ideal para comerse a bocados y no se deshace, por lo que funciona bien con diversos platos.

Otra forma de comprarla es en filetes, con una forma rectangular, similar a las cortezas de trigo, las cuales se pueden hidratar y dorar de forma rápida para acompañar con verduras y cereales.

¿Por qué comer soja texturizada?

Uno de sus puntos fuertes es la textura que adquiere la soja. Para conseguir el formato texturizado, pasa por un proceso donde se elimina la grasa y la piel de la soja, a través de altas temperaturas, presiones, texturización y deshidratación, logrando un alimento similar a los trozos de pan.

El proceso es totalmente natural, de esta manera la soja texturizada no contiene aditivos químicos ni colorantes. Gracias a esto, es un alimento más saludable para las personas que buscan una dieta más nutritiva, vegana o vegetariana.

Además, la soja texturizada tiene un sabor y aroma neutros, por lo que se puede cocinar con cualquier tipo de ingredientes, condimentos y especias, consiguiendo un sabor delicioso.

De igual manera, la soja texturizada es un alimento que tiene numerosas propiedades nutritivas que mejoran la salud de las personas, sin dejar de comer de forma deliciosa en casa.

El consumo de soja texturizada aporta una gran cantidad de proteínas completas y de calidad. Por lo general, cuenta con 48 a 56 gramos de proteínas por cada 100 gramos consumidos.

También es un alimento bajo en grasas saturadas, sodio y colesterol, ideal para prevenir enfermedades del corazón. Incluso es una fuente rica en fibra, magnesio y fósforo, elementos necesarios para un buen funcionamiento del organismo.

Cocinar la soja texturizada es sencillo en casa, con una buena hidratación es posible aprovechar este alimento en diversas recetas saludables, sustituyendo a la carne en muchas ocasiones, para disfrutar de una alimentación vegana o vegetariana, que no deje de aportar los nutrientes que el cuerpo necesita.